Tuesday, May 08, 2012

Monedas sociales

Del 18 al 20 de Mayo, en Urdirotz (Nafarroa)
encuentro para la puesta en marcha de 
monedas sociales en Euskal Herria, 
a propuesta de Auzolan.info.

"Las monedas sociales son un vehículo
de trueque multirrecíproco
para intercambiar productos y servicios.

La moneda social,
también llamada local, alternativa o complementaria,
es una herramienta
que nos permite registrar los intercambios
en una región
para crear con ellos
un sistema económico alternativo permanente,
y prescindir gradualmente
del euro.

Pueden construirla,
sin que para ello sea necesario ganar previamente una revolución
y desde el día a día de una población rural o un barrio,
personas
de todas las edades y colores.

Posibilita, además,
aprendizajes necesarios
para crear un mundo mejor,
como
la cooperación,
la confianza o
el despertar de nuestros talentos.

Este tipo de monedas
crean un nuevo eslabón económico
a escala humana y biorregional.

Las redes de intercambio con moneda social
son espacios de democracia directa
en lo económico.

No son la única respuesta, ni la más importante, pero
sin ellas difícilmente podremos lograr cambios sustanciales,
al estar trabajando con
el euro, una herramienta básica (estratégica)
del mundo que queremos cambiar.

Una de las dudas más frecuentes es
si no se está
volviendo a hacer lo mismo que con otras monedas.

La respuesta es
claramente no:
la moneda social es muy diferente
al dinero que conocemos pues
- no tiene intereses,
- se emite localmente, y
- se crea en cada nueva transacción.
- No es escasa,
- no sirve de nada acumular ya que no hay intereses, y
- no tiene ningún sentido prestarla porque
- se puede acceder a ella fácilmente.

¿Cómo se crea y cómo funciona esta moneda?
Todos comenzamos con cero unidades de moneda social.
Al hacer un intercambio,
quien recibe el producto o servicio contrae una deuda,
que puede saldar
con cualquier otro usuario de la red.
En esto consiste el trueque multirrecíproco,
distinto del trueque directo o clásico antiguo.
Si yo recibo una clase de yoga, por ejemplo,
quien me la ofrece cobra 10 unidades de moneda social,
y mi cuenta baja a -10 unidades de moneda social.
En ese momento estamos creando
diez nuevas unidades monetarias en el sistema.
Si alguien acumula moneda social, al no haber intereses,
no gana nada,
y deja de percibir bienes y servicios
a cambio de los que ya ha ofrecido.

Quienes necesitan moneda social
no pueden endeudarse
como ocurre con los euros:
basta con que ofrezcan cualquier bien o servicio a la red
para poder participar en los intercambios.

Las transacciones se registran
en una herramienta virtual de origen sudafricano,
el Community Exchange System (CES),
que es transparente para todos los participantes en la red.

Los consumidores también pueden
comprar moneda social con euros;
con este cambio de moneda,
obtienen moneda social (en proporción uno a uno)
con los que pueden adquirir productos y servicios de la red,
y la red recibe euros,
que destina a la compra de
productos que aún no se consiguen con moneda social.

Cuando esa moneda social vuelve a la red se elimina,
ya que no es emisión de moneda sino sólo un cambio.

Las monedas sociales son la pieza que
podría servir de nexo
entre las experiencias de economía social.
Pensar que puede convertirse en una moneda como el euro
es como pensar que
la agroecología pueda convertirse en una corporación como Monsanto,
o el software libre en Microsoft.
Es imposible, ya que parten de
presupuestos opuestos e irreconciliables.
Además, es una herramienta necesaria
para un proceso de transición del mundo en el que hoy vivimos
hacia sociedades utópicas
en las que no haya registro monetario.


¿Qué ventajas tiene una moneda social?
Estas monedas generan
impactos positivos en la región
en que se usan
en muchos niveles distintos:
- se facilita una mayor proximidad entre lo@s vecino@s,
  • se redescubren talentos y riquezas locales,
  • se recuperan los tejidos sociales y formas ancestrales de autoayuda,
  • aumenta la capacidad adquisitiva de las familias, y
  • surgen nuevas oportunidades laborales cooperativas.

Nos permiten entender de una manera simple, pacífica y concreta,
que el dinero puede ser ampliamente redefinido.
Y así, desde
  • la simplicidad,
  • la ecología,
  • la relocalización económica y
  • la cooperación,
    se desenmascara y se construye
    una alternativa
    a una de las mayores formas de opresión jamás inventada:
    el dinero corporativo y con intereses,
    partícula fundamental, y a la vez profundamente desconocida,
    de nuestras sociedades.
Las monedas sociales, en cambio, son la pieza que
podría servir de nexo entre las experiencias de economía social
  • cooperativas de trabajo y de consumo,
  • redes de consumo responsable,
  • centros culturales alternativos,
  • institutos ecológicos,
  • ecoaldeas,
  • etc.
    permitiendo que trabajen de una manera mucho más
    coordinada y eficiente entre sí.
    Construyendo lo que algunos autores denominan
    mercado social, pasando
    de una iniciativa local
    a una propuesta sistémica.
Abren, así, un nuevo espacio de
experimentación social colectiva muy amplio,
en un terreno poco explorado aún,
con muchas similitudes con el software libre,
creando de forma gradual
propuestas lo suficientemente consolidadas
como para que se puedan plantear como
modelos alternativos,
construidos por activistas,
pero no sólo para activistas. 
 
Hoy, cuando la economía capitalista se colapsa,
y cuando en las calles hay un claro clamor
por un cambio profundo,
imaginar un nuevo dinero
y una nueva economía
es posible y urgente.

ALGUNOS DATOS PARA
ENTENDER LAS MONEDAS SOCIALES
Historia de las monedas sociales

Las monedas sociales han surgido siempre
en momentos de crisis del capitalismo,
como sucedió en los años ‘20 y ‘30 en Alemania y Estados Unidos.

Las redes de intercambio modernas comenzaron
en los años 80 en Vancouver, Canadá,
con los Local Exchange Trade Systems (LETS).
Todos l@s usuari@s
comienzan en una cuenta con cero,
y se suma o se resta moneda social
en función de los intercambios.

Más tarde comenzó el modelo de las “Ithaca Hours”,
con un billete físico,
que se extendió rápidamente por toda América Latina,
especialmente en Argentina.

En Europa, además de las ecoxarxes catalanas,
hemos visto aparecer las Regio en Alemania,
y muchas monedas
en las llamadas “transition towns” o ciudades de transición.

El modelo de las ecoxarxes

Desde que en enero del 2009
comenzó la Ecoxarxa del Montseny cerca de Barcelona,
este modelo de redes de trueque se ha extendido por Catalunya,
y encontramos ya 15 redes
que trabajan conjuntamente -desde su autonomía biorregional-
con la Cooperativa Integral Catalana.

La mayor innovación de este modelo es que
pone en común una red de trueque con moneda social
que sigue diversos modelos distintos,
con una cooperativa de consumo.

Al aceptar el uso parcial de euros,
se pueden comprar bienes básicos a productores.
De este modo se puede
resolver colectivamente la economía familiar y
depender menos del capitalismo 
de manera gradual".






No comments: