Wednesday, September 23, 2009

El camino masculino 1

Extraigo del libro "En Intima Comunión" de David Deida.

"Periódicamente, un hombre (o mujer) con esencia sexual masculina
se da cuenta de que su vida se ha llenado de cargas, obligaciones
y hábitos muy poco auténticos.

Para purificarse de una vida falsa,
tiene que abandonar temporalmente todas las relaciones habituales
y encontrar su verdadero centro,
el núcleo con el que ha perdido el contacto.

Y frecuentemente descubre su verdadero centro
en soledad
o en compañía de otros hombres
(o de personas con esencias sexuales masculinas).

...El hombre vuelve de esta "búsqueda de la visión"
lleno de auténtico compromiso e integridad interior
... y cualquier cosa que elija hacer tendrá un sello de autenticidad:
no se dejará llevar por los viejos hábitos o por el miedo.

Es importante que las personas con una esencia sexual más femenina
lleguen a entender esta necesidad masculina.
Si esta necesidad no queda satisfecha, el hombre tratará de
refrescar su esencia masculina por otras vía menos permanentes.

Puede llegar a buscarse una aventura sexual, frecuentemente
con una mujer joven, más "fresca" y "viva" (que aprecie y
confíe en su "hombría"): las mismas cualidades que descubriría
por sí mismo, y de manera mucho más profunda, si tuviera éxito
en su retiro o búsqueda de visión.

... Si tienes una esencia sexual masculina,
si sientes que tu vida y tu relación íntima ya no son auténticas
y si ves que te atraen otras formas femeninas más "refrescantes",
¡no te divorcies! Más bien, pon tus asuntos en orden
y prepárate para hacer una búsqueda de la visión.

No te limites a dejar a tu familia y holgazanear.
Libérate de todas las obligaciones mundanas y compromete cada gramo
de tu energía y atención en el descubrimiento de tu auténtica
visión de la vida.

... Recuerda que el verdadero crecimiento SIEMPRE viene marcado por
una creciente apertura y capacidad de amar.

Hagas lo que hagas, no vuelvas hasta que puedas hacerlo
con alguna autenticidad. Después alinea tu vida y tus relaciones
con esa sensación de autenticidad. Deja que se caiga todo lo que ya
no es apropiado en tu vida. Y lo que descubras que forma parte
de tu vida auténtica, incorpóralo sin dudar.

Ahora que te has plantado en tu verdadero propósito,
averigua si puedes crear una relación íntima con tu pareja.
Si puedes, créala de verdad.
Si no puedes, termina totalmente esa relación
y haz lo que sea más indicado para tu crecimiento.

1 comment:

Tomás said...

Estupendo texto el que expones, Leire. Realmente revelador. Al final apuntas a la diversidad de las posibilidades, ya que ocurre que la realidad es compleja. No siempre todo tiene que ver con el re-conocimiento, propio o ajeno, de la identidad sexual masculina, ya que siempre pueden coexistir otros factores añadidos, propios o propios de la pareja.
Aunque no sé si es muy exacta la apreciación o el concepto de la identidad sexual masculina. A mi más bien me parece un mito, ya que ¿cuál es esa identidad? si en realidad existiese una identidad sexual masculina, ¿se encontraría presente de un modo puro, sin coexistir con otros aspectos propios de la posible identidad sexual femenina?
De todas maneras creo que a mi me parecería más lógico hablar de "rasgos genitalóides" en la identidad, frente al término de "identidad sexuada x". Sí es cierto que somos seres sexuados, es decir, con opciones sexuales preferentes, pero más bien me parece que ello es siempre una producción cultural. Qué es lo que se entiende por "identidad sexual masculina" o "femenina" puede ser una cuestión variable en función de la caracterización específica de cada cultura. En nuestra cultura actual, en formación, o en ciertas culturas actuales, los caracteres de tales identidades, masculinas o femeninas, son diferentes a las habidas i existentes bien en momentos anteriores o en localizaciones geoigráficas diversas.
En cambio la genitalidad, con lo que de carga fisiológica conlleva, y con lo que de aleatorio además contiene (la diferenciación genital es un fenómenos que se produce en un determinado momento del proceso de la gestación de los individuos en función de la predominancia homonal presente en su ambiente) parece, pese a que es modificable también mediante cirujía, un rasgo más parejo en cuanto a la relación de la fisiología sexual y la psicología de los individuos.
Entonces quiero decirte que esa necesidad de introvertirse o aislarse para reconocerse y renacer o reproducirse de un modo distinto, no creo que haya de ser una necesidad únicamente masculina, aunque puede que sí lo sea en el modo en el que el hombre más habitualmente necesite llevarla a cabo. Es decir, ¿las mujeres lo hacéis también -introvertiros- de otro modo menos intenso quizás, pero más continuado, por la presencia del ciclo menstrual?
En cualquier caso me ha gustado mucho tu texto y me pñarece muy valioso.
Gracias por ello. Tomás.