Supuesto diálogo entre
Colbert,
ministro del rey de Francia, y
Mazarino,
Cardenal de la Iglesia Católica,
acerca del Estado y la gente,
durante el reinado del "Rey Sol",
Luís XIV de Francia. 1650, pongamos.
Colbert:
Para conseguir dinero, hay un momento en que,
engañar [al contribuyente] ya no es posible.
Me gustaría, Señor Superintendente, que me explicara
¿cómo es posible continuar gastando
cuando ya se está endeudado hasta el cuello..?
Mazarino:
Si se es un simple mortal, claro está,
cuando se está cubierto de deudas,
se va a parar a la prisión.
Pero el Estado...
Cuando se habla del Estado, ¡eso ya es distinto!
No se puede mandar al Estado a prisión...
Por tanto, el Estado puede continuar endeudándose.
¡Todos los Estados lo hacen!
Colbert:
¿Ah sí? ¿Usted piensa eso?
Con todo,
precisamos de dinero.
Y ¿cómo hemos de obtenerlo?
si ya creamos todos los impuestos imaginables...
Mazarino:
Se crean otros.
Colbert:
Pero ya no podemos lanzar más impuestos sobre los pobres.
Mazarino:
Es cierto, eso ya no es posible.
Colbert:
Entonces, ¿sobre los ricos?
Mazarino:
Sobre los ricos tampoco. Ellos no gastarían más y
un rico que no gasta, no dar de vivir a centenares de pobres.
Un rico que gasta, sí.
Colbert:
Entonces ¿cómo hemos de hacer?
Mazarino:
Colbert, tú piensas como un queso de Gruyere
o como el orinal de un enfermo.
¡Hay una cantidad enorme de gente
entre los ricos y los pobres!
Son todos aquellos que trabajan
soñando en llegar algún día a enriquecerse
y temiendo llegar a pobres.
Es a esos a los que debemos gravar con más impuestos...,
cada vez más..., siempre más.
A esos,
cuanto más les quitemos,
más trabajarán
para compensar lo que les quitamos.
¡Son una reserva inagotable!.
Pues si que conocía bien el Cardenal a su parroquia.
Y mientras tanto, l@s mea.pilas
entonando el mea.culpa.
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