Yo no he sido... y no nos hacemos compañía.

Primero vino el patriarcado, pero yo no era feminista.
También hubo una dictadura, pero yo era pequeñita.
Más tarde se llevaron a los de ETA, suerte que yo no era terrorista.

Después los contratos basura. Qué podía hacer yo? No era sindicalista.

Luego controlaron los medios de comunicación. No me interesaba la política.
De artes y cultura hicieron mercancía, propaganda en bote, especie protegida.
Para vender armamento: guerras, pero lejos, y a la mili iba el que quería.
Por ahí llegaban emigrantes, pateras,... pero si ¡ya éramos muchos y no cabían!

Decían que el negocio de las drogas era gordo; yo sólo consumía farmacología.
Lo de la prostitución era un poco fuerte, pero, si ellas querían...
... Y muy duro lo del maltrato, pero... ¡allá cada una en su cocina!

Vi fabricantes de coches y cementeros asfaltando la tierra, oh! momia negra.
Arrasando con hormigón las costas. Una pena, ecologistas. Yo no lo era.
Después, trasgénicas, mataron a las semillas, pero yo ya no las cultivaba.

Pasado un tiempo impusieron el inglés. Era más práctico, lo aceptaba.

Chupándole la sangre, petróleo a la tierra, la enfermaron de contaminación y
el cambio climático trajo catástrofes "naturales". Sin consciencia,
acostumbrada la gente al consumo como estaba, cualquiera renunciaba!

Y se llevaron a los de freebatasuna. Yo, del mundo ciudadana, ya avisaba.
Támbién a los que cuestionaban al rey. Monarquía, vale, qué más daba.

Cuando llegaron los suicidios me inquieté,
pero... ¿qué vas a hacer?... cada uno es dueño de su vida.
...
Ahora...
ahora es la mía la que ya no tiene sentido.
ahora ya no hay nadie que esté vivo,
ahora sólo quedamos los del "yo no he sido",
y no nos hacemos compañía,
ahora estoy yo,
sola,
sola y vacía.